A consecuencia de una contusión o de diversas anomalías en el sistema circulatorio, se pueden producir derrames de mayor o menor importancia.
Los que se observan con mayor frecuencia son los oculares y los cerebrales.
Los oculares indican que tenemos ante nuestros ojos una situación que nos negamos a aceptar, que hacemos lo posible por negarla interiormente, ya que nos causa dolor (por ejemplo, muestras de la infidelidad de nuestra pareja).
Los derrames cerebrales expresan situaciones en las que nos vemos bloqueados, en las que nuestra capacidad racional y creativa no se puede poner en juego debido a los límites que nos imponen desde fuera.
Si nosotros o cualquier otro personaje del sueño sufre un derrame, eso indica que nos sentimos constreñidos y faltos de libertad.
Los que se observan con mayor frecuencia son los oculares y los cerebrales.
Los oculares indican que tenemos ante nuestros ojos una situación que nos negamos a aceptar, que hacemos lo posible por negarla interiormente, ya que nos causa dolor (por ejemplo, muestras de la infidelidad de nuestra pareja).
Los derrames cerebrales expresan situaciones en las que nos vemos bloqueados, en las que nuestra capacidad racional y creativa no se puede poner en juego debido a los límites que nos imponen desde fuera.
Si nosotros o cualquier otro personaje del sueño sufre un derrame, eso indica que nos sentimos constreñidos y faltos de libertad.