El olfato es, junto con el gusto, uno de los sentidos que menos participación tiene en los sueños.
A menudo los olores aparecen como comentarios que hace alguno de los personajes y no como producto de la percepción directa, como ocurre en la vida real.
Los malos olores indican recuerdos traumáticos sepultados que, a pesar de no ocupar el centro de la conciencia, determinan en gran medida nuestras actitudes cotidianas.
A menudo los olores aparecen como comentarios que hace alguno de los personajes y no como producto de la percepción directa, como ocurre en la vida real.
Los malos olores indican recuerdos traumáticos sepultados que, a pesar de no ocupar el centro de la conciencia, determinan en gran medida nuestras actitudes cotidianas.