Como lugar de concentración, de recogimiento, simboliza nuestro interior.
Las escenas que sucedan en él describen el equilibrio o tensión psíquicos que tenemos en el momento de soñar.
Entrar en un oratorio es volver la mirada hacia nosotros mismos; por ello significa que sabemos ejercer la autocrítica y que estamos empeñados en mejorar. Es, en este sentido, un sueño de buen augurio.
Las escenas que sucedan en él describen el equilibrio o tensión psíquicos que tenemos en el momento de soñar.
Entrar en un oratorio es volver la mirada hacia nosotros mismos; por ello significa que sabemos ejercer la autocrítica y que estamos empeñados en mejorar. Es, en este sentido, un sueño de buen augurio.