Los parques representan nuestra vida interior. Si tienen abundante vegetación y ésta, además, se ve bien dispuesta y ordenada quiere decir que gozamos de una gran serenidad, que tenemos nuestras emociones también en orden.
Los parques sucios, mal cuidados, con sus plantas marchitas, muestran que tenemos un gran desorden interior, que pasamos demasiado tiempo dedicados a tareas y diversiones frívolas y que hacemos muy poco caso a nuestra vida psíquica.
Si el parque es de cemento, sin plantas, indica que somos excesivamente rígidos y racionales, que no nos atrevemos a tomar contacto con nuestros sentimientos.
Los parques sucios, mal cuidados, con sus plantas marchitas, muestran que tenemos un gran desorden interior, que pasamos demasiado tiempo dedicados a tareas y diversiones frívolas y que hacemos muy poco caso a nuestra vida psíquica.
Si el parque es de cemento, sin plantas, indica que somos excesivamente rígidos y racionales, que no nos atrevemos a tomar contacto con nuestros sentimientos.