Los movimientos giratorios, por un lado, indican que somos egocéntricos.
Si nos encontramos en medio de un torbellino quiere decir que hemos establecido una relación amorosa que se desarrolla con excesiva rapidez.
Si nos encontramos en medio de un torbellino quiere decir que hemos establecido una relación amorosa que se desarrolla con excesiva rapidez.