Simbolizan el fin de una situación que, hasta el momento, incluso nos puede haber resultado placentera.
Si la escena del sueño nos provoca ansiedad o angustia quiere decir que esa finalización la lamentamos como pérdida.
Si, en cambio, es tranquila, significa que hemos comprendido que debemos emprender un nuevo camino y que estamos preparados y entusiasmados para hacerlo.
Cuando en el velatorio somos nosotros mismos el muerto, debemos interpretar que se hace urgente un cambio profundo en nuestra vida.
Si la escena del sueño nos provoca ansiedad o angustia quiere decir que esa finalización la lamentamos como pérdida.
Si, en cambio, es tranquila, significa que hemos comprendido que debemos emprender un nuevo camino y que estamos preparados y entusiasmados para hacerlo.
Cuando en el velatorio somos nosotros mismos el muerto, debemos interpretar que se hace urgente un cambio profundo en nuestra vida.