Cuando estamos dormidos y oímos un zumbido, éste puede ser producto de una situación externa (la presencia de un mosquito, un motor en marcha e, incluso, nuestros propios ronquidos) que se incorpora al sueño, pero también puede ser un sonido absolutamente onírico.
Los zumbidos se relacionan con la velocidad y ésta con el paso del tiempo; de ahí que estos ruidos a menudo indican un estado de ansiedad o de impaciencia generalizados.
Los zumbidos se relacionan con la velocidad y ésta con el paso del tiempo; de ahí que estos ruidos a menudo indican un estado de ansiedad o de impaciencia generalizados.