Soñar con una Abeja

Es el insecto que mejor simboliza la comunidad trabajadora, el hombre en su organización social. Los antiguos egipcios creían que nacían de las lágrimas del dios Ra y los griegos, que eran las almas que descendían a la tierra preparándose para su vuelta pero, según Platón, sólo los hombres sobrios podían reencarnarse en este animal.
Su imagen era utilizada en la liturgia y en los ritos iniciáticos. También era uno de los atributos de la diosa Artemisa, de ahí que sus sacerdotisas fueran denominadas melisai, abeja.
En las tradiciones de Siberia y Asia Central, así como entre algunos grupos indígenas de América del Sur, es concebida como el alma que sale del cuerpo y se eleva. Entre los celtas y según las tradiciones galesas, en cambio, simboliza la elocuencia y la inteligencia.
Los cristianos vieron en ella a Jesucristo: la dulzura y capacidad de nutrir al hombre pero, al mismo tiempo, la infinita justicia simbolizada en el aguijón para impartir el castigo.
Soñar con que una abeja está revoloteando sobre nuestra cabeza simboliza el afecto que tenemos a una persona con la que hemos perdido el contacto.
La picadura del insecto representa el castigo que merecemos por haber cometido una mala acción. Si, en cambio, el aguijón es clavado a otra persona, es señal de que conviene poner límites más firmes a nuestros compañeros de trabajo a fin de alcanzar las metas que se han proyectado.
El panal, por su parte, simboliza el lugar de trabajo independientemente de cuál sea el que se desempeñe; el comportamiento de las abejas en su interior, dará cuenta del ambiente que en él se respira.

Diccionario de Sueños

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