Este trastorno neurológico se manifiesta en la pérdida del habla y en sueños representa un secreto que nos cuesta mantener guardado.
La ronquera o afonía, aunque no determina una ausencia total de voz, sí la limita y por lo tanto también se relaciona con todo aquello que nos conviene mantener oculto.
La ronquera o afonía, aunque no determina una ausencia total de voz, sí la limita y por lo tanto también se relaciona con todo aquello que nos conviene mantener oculto.