Simboliza la tendencia a desprenderse de todo lo inútil, el rechazo de la melancolía y la nostalgia y el propósito de vivir, básicamente, el presente.
Si en el recipiente hay objetos que no sean papeles (por ejemplo cáscaras de fruta, colillas, etc.) es señal de que estamos llevando demasiado lejos esa premisa y que ello nos hace perder muchas cosas valiosas.
Si en el recipiente hay objetos que no sean papeles (por ejemplo cáscaras de fruta, colillas, etc.) es señal de que estamos llevando demasiado lejos esa premisa y que ello nos hace perder muchas cosas valiosas.