Por sus efectos, el veneno es símbolo de destrucción, pero también de sigilo, de astucia.
Si somos nosotros quienes manipulamos o administramos veneno a otra persona, quiere decir que estamos planeando cuidadosamente un ataque que consideramos justificado.
En caso de ser nosotros los envenenados, deberemos pensar que alguien de nuestro entorno nos está preparando un engaño.
Si somos nosotros quienes manipulamos o administramos veneno a otra persona, quiere decir que estamos planeando cuidadosamente un ataque que consideramos justificado.
En caso de ser nosotros los envenenados, deberemos pensar que alguien de nuestro entorno nos está preparando un engaño.