¿Quién no sintió alguna vez desazón por no tener tanta suerte, dinero o salud como el vecino de enfrente, la amiga de toda la vida o un hermano? ¿Cuántas veces no ha oído hasta de sus mejores amistades un comentario mezquino que se desmerecía su problema personal? La envidia existe. A veces es un sentimiento fugaz que no provoca mayores consecuencias; otras, es lo suficientemente intenso para generar vibraciones negativas y perjudicar a quienes se encuentran indefensos.
Usted sí que tiene suerte, no le sucede lo mismo que a mí, Tu caso no es como el mío, yo estoy sola de verdad.., son algunas de las frases que ponen en evidencia este sentimiento. No es necesario que se manifieste detrás de una mirada furiosa e inquietante, puede mostrarse hasta en la frase más insignificante. La superstición es su mejor aliada y la indiferencia su peor enemiga. Los nativos de cada signo poseen virtudes que pueden despertarla, pero también defectos como el de experimentarla.
No es que haya signos más envidiosos que otros ni más débiles que los demás. Cualquiera puede ser víctima de la envidia. Aún los más escépticos, callarán y se cuidarán de ostentar lo bueno que les sucede, sólo por las dudas. Saber con qué armas cuenta para defenderse de ella depende de su fecha de nacimiento y la de quien lo envidia.
Los que mejor se defienden
Hay quienes se sienten halagados
como hago para liberarme de la envidia de un libra.