Sagitario Buey

Los Bueyes pueden lograr mucho en la vida. Pero el Sagitario Buey todavía más

Estos sujetos son dínamos electrónicas de una potencia fabulosa. Son a la vez fogosos y plácidos. Elocuentes más allá de toda expresión. Directos, humanistas, generosos y fuertes. Y algo más: estos nativos tienen ambición por el poder, la influencia, la dominación y el prestigio. Tampoco desdeñan el dinero.
En este nativo la clarividencia y la razón se funden, poniendo al Buey de Sagitario un poco aparte de los otros Bueyes, más resueltos o más belicosos. Desde su nacimiento, este Buey posee olfato, brío, estilo, vitalidad, encanto y seducción. Lo que quiere en la vida, lo obtiene. Para estos sujetos, el éxito es la sencillez misma. Son incapaces de imaginar el fracaso, no saben lo que es y no lo reconocerían si alguien se lo pusiera adelante. Para el Sagitario Buey, la vida consiste sólo en realización. Se comienza de chico, se trabaja duro toda la vida y siempre se llega adonde se quería llegar. ¿Alguna pregunta?
«Muy bien, Sagitario Buey, yo me pregunto cómo te las arreglas para triunfar tan seguido, mientras que tantos otros se van quedando atrás, tardan muchísimo en lograr algo o directamente jamás llegan a nada. ¿A qué se debe que la lista de nativos famosos de tu signo sea más larga que la de cualquier otro?», pregunta el Hada Buena. «Todo es relativo», responde el Sagitario Buey. Es cierto.
Los Sagitario nacidos en un año del Buey son irremediablemente flemáticos, reservados y tiesos. Poseen un idealismo impecable y una imprudencia invencible. No tienen miedo a nada ni a nadie. Marchan como un ejército de soldados alimentados con cereales integrales y vitamina B12. Pero no a una velocidad con V mayúscula. Los Sagitario Bueyes son, simplemente, adeptos serios del arte de la promoción personal y de la creencia incondicional en la violencia para obtener sus fines.
Ardiente e inquebrantable, valiente y temerario, el Sagitario Buey puede dirigir cualquier cosa, ya sea un imperio o una fanfarria de pueblo, con un vigor y un aplomo imperturbables. Hitler no era Sagitario. Hitler quería matar. A los Sagitario les gusta hacer el bien, ayudar a los otros y mejorar la humanidad. Evitan las matanzas. Pero no le temen al sufrimiento. Estos nativos aman el peligro y correrán riesgos increíbles para llegar adonde quieren. Por su casa o su «ismo» arriesgan su vida y su cuerpo sin pestañear. Sin embargo, no son únicamente egotistas; hay que reconocer que este Sagitario sacrifica buena parte de su bienestar y su seguridad en la promoción de sus causas. Los Sagitario Bueyes poseen todos una idea diferente sobre lo que significa el mejoramiento de la humanidad. Pero todos trabajan en pos de ello con el mismo ardor. Estos nativos pueden aplicar métodos extremadamente rudos y no vacilan en expresar opiniones impopulares. O hacen gala de un conservadurismo muy poco seductor. De todos modos, su meta es siempre la misma. Llegar, sea cual fuere la cantidad de debiluchos que haya que intimidar para ello.
No. El Buey de Sagitario no camina por encima de cadáveres para obtener sus fines. Hace trabajar a la gente hasta el agotamiento. Luego la cubre gentilmente con una linda manta azul y sigue adelante.

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