Capricornio Gallo

Digno e impecable, el Capricornio Gallo posee una figura vistosa

Tendrá una estampa irreprochable, una honestidad sin tacha y opiniones fuertes. La reserva de Capricornio se adapta armoniosamente a la faz conservadora del Gallo. Pocos conflictos y muchas limitaciones. El Capricornio Gallo es íntegro y autónomo. Si hace falta, sabe funcionar bien solo. Pero prefiere estar rodeado de gente.

Siempre podremos contar con el Capricornio Gallo para hacer lo que es debido. Su encanto se ve acrecentado aún más por sus excelentes modales, sus palabras prudentes y su capacidad de extraer el mejor partido de cualquier situación.

Estos nativos se preocupan por el efecto que causan en los demás, y se libran a esfuerzos heroicos para complacer a los que juzgan su comportamiento. Les importan muchísimo las apariencias, pero jamás pecan de pretenciosos.

El Capricornio Gallo es un viajero nato. Su espíritu alerta y su vivida curiosidad lo empujan siempre a partir hacia otros lugares, en busca de nuevas experiencias.

Es jovial y le interesa mucho conocer gente nueva, familiarizarse con otras costumbres, aprender acerca de otras culturas.

Como es sumamente correcto, lo invitan con frecuencia. La gente lo convida a cenar en los mejores restaurantes y lo lleva a bailar a los mejores lugares de moda del Mediterráneo o del Caribe, para divertirse un poco en su compañía.

Su entusiasmo por la novedad garantiza a cualquier anfitrión que es
te sujeto participará alegre y gustosamente en todas las actividades… ¡especialmente las comidas!

El carácter del Capricornio Gallo tiene algo de inflexible. Es prácticamente imposible convencer a este aparente realista de que se ha embarcado en un camino suicida.

Catalina de Cambridge es Capricornio Gallo.

Estos nativos no sólo piensan que saben todo mejor que nadie, sino que se niegan a escuchar consejos.

Llevarán una existencia como los dientes de una sierra, lo cual conviene a su naturaleza emocional, bastante desmañada.

Será inútil tratar de estimularlos o levantarles la moral cuando se encuentren abatidos. «El tiempo, dice el Capricornio Gallo filosófico, cura todas las heridas».

Estos individuos se quejan con frecuencia de aburrimiento. La rutina, ése es el enemigo. Y también todas las formalidades administrativas.

Nada pone más furioso al Capricornio Gallo que la burocracia laberíntica. No tolera llenar formularios complicados, hacer colas, perder su tiempo en los innumerables trámites que acompañan a todos los actos oficiales de la vida, desde el matrimonio hasta la compra de una entrada de teatro.

En suma: a estos sujetos les gusta andar por todas partes, pero no siempre se sienten satisfechos con los medios que deben emplear para llegar.

De las numerosas cualidades del Capricornio Gallo, acaso la más sobresaliente sea la versatilidad de su mente. Es excelente en diversos campos a la vez.

No es raro encontrar a un Gallo de Capricornio poseído de un ardiente interés por el arte religioso medieval, que además se apasione por la viticultura, amase su propio pan y, como si eso fuera poco, sea capaz de realizar una operación de cerebro. Es una persona hábil y realizadora.

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