La Cabra y el Dragón

El Dragón resulta incomprensible para la sensible Cabra

Sus esencias naturalmente distintas no suelen reunirse por largo tiempo, ya que el Dragón terminará por asustar a la nerviosa Cabra que preferirá huir de su dominio. Mientras dure el encantamiento estos nativos se convertirán fácilmente en esclavos del magnífico Dragón. Al cabo del tiempo sin embargo, cuando recupere la cordura, la Cabra se dará cuenta que ha perdido por completo su libertad.
Por este motivo las relaciones entre ellos no suelen perdurar en el tiempo, la atracción inicial se convertirá inevitablemente en un conflicto constante que desgastará sus posibilidades de caminar juntos por la vida.
La Cabra no los enfrenta, una vez que se da cuenta que la situación no le favorece comenzará a planear su gran escape, el que realizará sin que el Dragón se entere, ya que su poderío y fuerte carácter le asustan mortalmente. Esto hace poco posible una reunión duradera, pero no podemos olvidar el aspecto pasional que le impulsará al uno en brazos del otro.

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