Escorpio Serpiente

Para un Escorpio Serpiente, la vida sin belleza, lujo, ternura, compasión, admiración y extravagancia, no vale la pena

Este sujeto es sensible al extremo y, para ser Serpiente, asombrosamente cálido y cariñoso. La gente lo aprecia por cierta nobleza innata que es a la vez incuestionable y muy reconfortante. Los Escorpio son de por sí muy sensuales, con cierta tendencia a la introspección y la sospecha. Agreguémosles la sagacidad, la clarividencia y la intuición de la Serpiente y la faz filosófica de Escorpio no disminuirá en nada. Este sujeto es un pensador profundo… y a veces, incluso, atormentado.
El Escorpio Serpiente presta suma atención a su guardarropa, que será llamativo y lo destacará de los demás. Jamás veremos a uno de estos nativos mal vestido. Cuidan excesivamente de su arreglo personal y su aspecto. Hasta podría decirse que se disfrazan. Invariablemente se adornan con elementos tan originales que resultan asombrosos y sólo van bien con una personalidad como la de ellos.
Este nativo tiene la capacidad innata de percibir intuitivamente las necesidades y los deseos de los otros. Comprenderán matices que escaparán incluso a las personas más perspicaces. Tienen un genio especial para captar indicios y seguir corazonadas que los llevan muy lejos en la vida. Pueden servirse de esta habilidad para adivinar cómo evolucionará el precio de las acciones de determinada empresa o cuáles serán las necesidades futuras de un mercado equis. No es frecuente que los Escorpio Serpientes sean pobres.
El tipo de superioridad que poseen estos nativos desde el nacimiento es de una dimensión cósmica. Imposible conocer a un Escorpio Serpiente sin volver a casa con su imagen grabada en la mente. Las Serpientes nacidas bajo el signo de Escorpio no siempre nos impresionarán de manera favorable, pero nos impresionarán siempre. Como se comprenderá, son la personificación de una suerte de arrogancia que se origina, supongo, en el hecho de que triunfan fácilmente en la vida, tienen buena suerte en las cuestiones de dinero y por lo general sólo sufren las penas que ellas mismas se infligen. Los Escorpio Serpientes se arreglan mucho y andan con la cabeza alta. Pero no dan la impresión de decir: «¡Eh, mírenme!» como un Dragón o una Rata. Digamos, más bien, que estos nativos imponen atención mediante su carisma silencioso.
Como sin duda ya habrán adivinado, el ego del Escorpio Serpiente es bastante grande. Este sujeto posee un saludable concepto de sus valores. Pero no permite que su «yo» ahogue su lógica. Sabe encontrar el justo equilibrio entre los sueños y la realidad. Claro que es capaz de mentir. El célebre poder de disimulación de la Serpiente es muy activo en este individuo. Pero el Escorpio Serpiente no se miente a sí mismo. Le gusta mantener la cabeza despejada por fuerte que sea la tentación de conquistar la Luna.
Estos nativos son celosos. Quieren acaparar todo, especialmente el poder, para ellos y sus seres queridos. No les gusta compartir el estrellato y no lo ocultan. Para ser Serpientes, no son demasiado perezosos. Su avidez de dinero y atención es tan grande que la ambición les sirve de estímulo. Lo cierto es que no necesitan hacer grandes esfuerzos para triunfar. El éxito les llega naturalmente.

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