En general, los síntomas comienzan siendo físicos y pueden culminar; bien en una enfermedad declarada que no acaba de mejorar o de sanan o bien, en.una grave debilidad general y en una diversidad de trastornos psíquicos, que pueden ir desde la falta de concentración hasta la locura.
El mal de ojo resulta especialmente temible en el caso de los niños pequeños quienes, al ser más débiles, muestran mayor propensión a sufrir sus efectos.
El mal de ojo resulta especialmente temible en el caso de los niños pequeños quienes, al ser más débiles, muestran mayor propensión a sufrir sus efectos.
Los síntomas más habituales
• Disminución de la vitalidad.
• Fatiga crónica y cansancio inexplicable.
• Disminución de las defensas, enfermedades reiteradas.
• Aparición de diversos accidentes cotidianos.
• Sucesión de desgracias, acontecimientos extraños, cosas que salen mal sin razón alguna.
• En los niños, es común observar: vómitos, nerviosismo, malestar generalizado, llanto, diarreas, tristeza, baja vitalidad y melancolía.
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