Síntomas, daños y enfermedades

El poder del mal de ojo es enorme y se extiende a cosechas y animales, a personas y, también, a los hogares.
Como hemos señalado, son innumerables los relatos de sus nefastas consecuencias.
• Cosechas y bienes: son muchos los campesinos que hablan del aojamiento de sus haciendas. Cuando esto pasa, pueden incendiarse los graneros o los campos, arruinarse las herramientas básicas de trabajo o llenarse de gusanos los frutos.
• Animales: son también muchos ios que cuentan cómo ante la mirada de un poderoso «aojeador», un caballo cae derrumbado inexplicablemente al borde de un camino para no volver a recuperarse, afectado por una extraña debilidad que sólo culmina con su muerte, o cómo las vacas dejan de dar leche.
• Lugares y casas: cuando el mal de. ojo ataca una casa lo hace con el poder total de cualquier otro maleficio y los efectos son variados: cosas que se rompen sin explicación lógica, aparatos que antes funcionaban y dejan de hacerlo, baja energía de los habitantes del hogar; ruidos inexplicables, etcétera.

Volver a Mal de ojo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *