Los Números Maestros son números que abren puertas dimensionales y permiten al alma de quien los porta en su nombre, evolucionar con mayor rapidez.
Cómo se determinan
Si al sumar los números de tu fecha de nacimiento para hacer su reducción final a un solo dígito, llegas en la penúltima suma, a los números 11, 22, 33 o 44, habrás llegado a un «número maestro».
Cuando estas cifras aparecen en tu carta numerológica, indican que tu espíritu ha recorrido caminos muy importantes en tu vida, alcanzando un grado Importante de maestría y sabiduría Interior. Esta experiencia vital le ha otorgado perfeccionamiento, más que en habilidades materiales, en la adquisición de valores espirituales y de un precioso sentido de la generosidad. Ser número maestro significa aceptar una responsabilidad espiritual mucho mayor a la que llevan los otros números, y esto traerá consigo para ti un aura especial de luz y belleza que irradiará todos los espacios.
A pesar de lo anterior, quienes portan esta cualidad suelen ser bastante incomprendidos. Sus ideales parecen quijotescos y esto puede empujarlos a la soledad y al aislamiento. La vida de un verdadero número maestro es solitaria, un camino difícil que cuenta con el rechazo de muchos. Para tu alegría, esto no te afectará. Los números maestros siempre tienen clarísimas sus metas y lo que la vida espera de ellos y lo que ellos mismos esperan de sí. Siempre recuerdan que son la luz que ilumina dentro de los corazones de los demás para que logren sus metas.
Energía y significado de los «números maestros»
Antes de que descubras las energías especiales que traen los números maestros, hay que puntualizar que todos tienen en común un destino especial y fulgurante: una vida activa, amena, llena de aventura, en la que no es inusual que se vean involucrados con personas de prestancia y poder. Será una vida de generosidad y ayuda al prójimo. A quienes están bendecidos con esta fuerza, les ocurren hechos maravillosos que no pueden prever y que los conducen por el camino de los sucesos extraordinarios y más sorprendentes.
Distinciones entre los «números maestros»
11-33. Artistas y originales. Creativos y productivos. Admiradores de la belleza y cultores de la estética. Sus sueños los motivan y los llenan de vida diariamente. La expresión es el canal por donde su fuerza se materializa. Son visionarios, geniales, pueden inventar, no temen atreverse y arriesgarse. Son capaces de amar con abnegación y sacrificio total. Necesitan encontrarse con su interior, meditar. Saben equilibrar la materialidad y la espiritualidad sin dejarse dominar por la una o la otra. Sin embargo, suelen ser distraídos y despistados, y constantemente hay que estarlos devolviendo a la tierra, porque andan paseando en sus ensoñaciones. Les cuesta admitir la verdad cuando esta les parece incómoda y vergonzosa.
22 – 44. Edificadores del bien del prójimo. Constructores de estrategias para sí mismos, para su bienestar. Tienen una capacidad enorme de dominio de sí mismos, de sus situaciones y problemas. Tienen habilidad para inspirarse, poseen mucha energía, son generosos y disciplinados. Persiguen cargos de rango alto y generalmente los consiguen, pero siempre con la intención de ayudar a los demás. Son grandes reformadores y tienen un enorme sentido de la orientación para llegar a su propio destino.