Los tránsitos Neptuno Venus

Cuando este tránsito os afecte durante unos cuatro o cinco años, aprenderéis a cambiar el concepto de lo que significa el amor para vosotros de una forma lenta y sutil. La mayoría de vosotros tenderéis a adoptar una actitud algo soñadora con respecto al amor; probablemente se tratará de una experiencia sentimental realmente maravillosa y cargada de ilusiones, pero a menudo impracticable. Incluso bajo los aspectos de trígono, podréis llegar a meteros en más de un lío, ¡aunque éstos os parecerán verdaderamente deliciosos! Os enamoraréis del amor en sí mismo, de algún ideal, de una ética espiritual, o de algo/alguien realmente inalcanzable. Dado que Venus simboliza nuestro concepto intelectual sobre el amor, de qué manera nos gusta sentirnos amados y, en cierta forma, también se halia simbólicamente vinculada al impacto intelectual provocado por nuestras primeras experiencias con nuestra madre durante la infancia, lo más probable es que, bajo este tránsito, todos estos aspectos de la personalidad estén destinados a cambiar.
Lo que suele ocurrir casi siempre durante este tránsito es que nos enamoremos de alguien cuya relación no llegue a durar demasiado tiempo. Los hombres acostumbran a enamorarse de mujeres muy atractivas por las cuales se sienten realmente cautivados, pero el perfil del hombre no responde en absoluto a ese tipo de relación.
Por ejemplo, el típico ejecutivo que necesita tiempo y libertad para llevar a cabo sus transacciones comerciales, de repente se enamora de una mujer insegura y algo agobiante que se pega a él como una lapa y reclama constantemente su atención. Y, lo más probable, es que ella no deje de presionarle y de insistirle para que se casen.
O bien, una mujer puede enamorarse de alguien y no saber realmente de quién se ha enamorado. Algunas veces, las mujeres suelen sentirse muy atraídas por el típico hombre creativo, que no trabaja y es un irresponsable y que, además, en el fondo, normalmente, no resulta ser quien dice o parece ser. Durante este tránsito, la culpabilidad es algo que tiende a manifestarse tanto en el hombre como en la mujer, puesto que ambos parecen tener la necesidad o la obligación de demostrar lo espirituales que son y lo enamorados que están y, ello, a menudo, hace que se casen con el ser amado sin pensárselo dos veces y de una forma mucho más precipitada de lo normal. Junto con este aspecto ilusorio, aportado por Neptuno, también tiene lugar un cambio con respecto a los impulsos espirituales.
El individuo ya no busca el sexo por el sexo, ni las emociones simples o las falsas recompensas. La influencia de Neptuno inspira un gran amor «espiritual» que va mucho más allá de lo que pueda ir el amor ordinario del más común de los mortales. Cualquiera de las dos partes de la relación puede imponer la necesidad a la otra, tanto de contraer matrimonio como de adquirir algún compromiso especial, que demuestre a ambos que la suya no es una relación normal, sino más bien una relación celestial.
Este tránsito incita a la búsqueda de aquello que va más allá del reino de lo ordinario. No hay nada malo en intentar buscar una relación especial que incluya un vínculo espiritual. Pero aquí entra en juego el aspecto ilusorio de Neptuno y, por ello, este tránsito señalará un período durante el cual las amistades os resultarán de gran ayuda, ya que vuestros amigos serán capaces de ver aquello que vosotros no veis.
Vuestros padres, familiares, amigos o vecinos, vuestro astrólogo, la sinastría de vuestras cartas astrales, etc. todo servirá para ayudaros. Pero, aunque lo más probable es que no queráis escuchar a nadie, de todas formas, la ayuda estará allí cuando la necesitéis.
El amor que buscáis seguirá estando aquí una vez haya desaparecido el tránsito. Entonces, y mientras tanto, ¿qué hay de malo en intentar comprobar sus finanzas? ¿Tiene vuestra pareja algún problema con los impuestos, o un buen historial laboral? ¿Realmente tenéis algo en común con ella, además de esta maravillosa atracción espiritual? Normalmente, solemos buscar con tanta intensidad este tipo de relación que, quizás seamos nosotros mismos quienes tendamos a crearla en nuestras fantasías, pensando que la hemos encontrado cuando, en realidad, no es así.
Durante este tránsito, algunas personas suelen perder todo interés por las relaciones, ya que las fantasías o los sueños que se han creado con respecto a la relación perfecta hace que aquellas que tienen lugar en el mundo real les resulten francamente frustrantes. Algunas de las personas que hayan podido mostrarse algo aprensivas ante la idea de enamorarse, durante este tránsito, se olvidarán de su pasado y aprovecharán la oportunidad para involucrarse en una relación amorosa. Las barreras son superadas y el deseo natural, así como la necesidad de amor, pueden expresarse con mayor facilidad. Obviamente, esto le ocurrirá a una persona cuya Venus natal esté inarmónicamente aspectada de nacimiento y que, normalmente, tienda a mostrarse bastante precavida con respecto a sus compromisos emocionales.
Conocer vuestra carta astral y vuestros aspectos natales podrá ayudaros a superar este tránsito, pero un poco de sentido común también os resultará de gran ayuda.
Si lográis considerar vuestra relación bajo el punto de vista más práctico posible, seguramente, también conseguiréis resolver vuestros problemas de implicación. Si deseáis casaros y formar una familia, ciertamente, un marido alcohólico o que sea un auténtico vago, no os resultará de gran ayuda, a no ser que os guste sufrir. Pensar en la clase de compañero que os gustaría tener os ayudará a conservar vuestros pies en el suelo. Hablar con vuestros mejores amigos y saber qué es lo que no les gusta de vuestro nuevo amor, probablemente os proporcione la clave del problema. Aunque no os haga ninguna gracia tener que escuchar este tipo de conversaciones por parte de vuestros amigos, durante este tránsito deberíais escucharlas. Tal y como mencioné anteriormente, mi madre solía decir: no hagáis el amor frente a la verja del jardín, porque el amor es ciego, ¡pero los vecinos no!.
En realidad, estaba hablando del hecho de que otras personas pueden ver lo que nosotros nos negamos a ver. Somos lo bastante importantes como para considerar cuidadosamente nuestras necesidades antes de comprometernos en unas relaciones a largo plazo que, además, ni siquiera son lo que parecen. Cualquiera que nos exija que le demostremos lo mucho que le amamos, probablemente pueda tener unos motivos que nosotros, al menos por ahora, no alcancemos a comprender.

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