Los tránsitos Saturno Mercurio

Cuando, por tránsito, Saturno empieza a afectar la posición de nuestro Mercurio natal, el efecto principal parece ser el de la frialdad. Empezamos a tomarnos nuestros esfuerzos de comunicación mucho más en serio y esta insistencia parece causarnos dificultades siempre que intentamos hablar. Tanto las influencias internas como externas parecen entrar en juego durante este tránsito. Las figuras de autoridad, las personas cuyo apoyo y aprobación parecemos buscar desesperadamente, los empresarios y empleados, los amigos y amantes, etc., todos parecen necesitar algo diferente de nosotros en cuanto a lo que a la comunicación se refiere. Al mismo tiempo, la influencia de Saturno estimula un tipo de comportamiento que nos obliga a cuestionarnos nuestra habilidad a la hora de comunicar a los demás aquello que queremos expresar.
Podemos dudar de nuestra habilidad para comunicarnos, o quizás ésta pueda llegar a adquirir tanta importancia que nos detengamos a meditar cada una de las palabras que pronunciemos. Probablemente nuestros amigos piensen que nos mostramos demasiado fríos y distantes mientras que, en el fondo, lo único que pretendemos es buscar las palabras adecuadas para describir aquello que pretendemos decir. De todas maneras, tenemos que aprender una nueva fraseología, un nuevo vocabulario y nuevas formas de expresarnos.
Si no comprendemos la energía que hace que tengan lugar estos cambios, cambios que en algunas ocasiones pueden llegar a ser bastantes serios, podemos pasarnos todo el año ofendiendo a las personas y alejándolas de nuestro lado. Dado que nos estamos volviendo más serios y puesto que cada palabra significa algo para nosotros y encontramos la comunicación cada vez más difícil, las personas con quienes nos relacionamos pueden llegar a pensar que ya no deseamos comunicarnos con ellas. Las palabras pueden brotar con dificultad de nuestra garganta y parecer frías y amargas. Quizás no pretendamos expresarnos con dureza, pero los demás pensarán que nuestras palabras son frías o están llenas de veneno. Si para nosotros es importante conservar las amistades o las relaciones, durante este ciclo deberíamos pararnos a pensar las palabras que pronunciamos. Mientras tanto, si nos consideramos unos incomprendidos, si de alguna forma no hemos sido interpretados de la forma en que pretendíamos serlo, deberíamos renunciar a cualquier intento de comunicación y retirarnos en silencio, asumiendo que, de todas formas, nadie quiere escucharnos. ¡Simplemente se trata de un período algo amargo de superar!
Este suele ser un período bastante difícil para los estudiantes de cualquier edad. Si tenéis algún hijo en la escuela o en el instituto, probablemente, durante este tránsito, no esté rindiendo al cien por ciento. Si estáis en la universidad o realizando algún cursillo, el esfuerzo os resultará mucho mayor de lo que os habíais imaginado. Este hecho puede llegar a desanimar a un estudiante, ya adulto, puesto que deberá aprender nuevas pautas de estudio y la concentración puede llegar a resultarle bastante difícil y es muy posible que los recuerdos de sus años de estudiante no tengan nada que ver con la actualidad. Si pensáis iniciar algún estudio bajo este tránsito, deberéis ser conscientes de que éste os va a resultar algo más complicado de lo normal y actuar en consecuencia. Tendréis que trabajar más y estar dispuestos a dedicar más horas a los estudios, pero también debéis saber que el tránsito no dura siempre. Si tenéis que pasar alguna prueba difícil, deberéis dedicarle todo el tiempo posible o bien intentar aplazarla hasta que haya pasado el tránsito. Al llegar a este punto, muchos de los estudiantes más aventajados han tenido que abandonar los estudios y esto es algo realmente innecesario.
Este tránsito puede ser utilizado para establecer nuevas pautas de trabajo, nuevas pautas de pensamiento, así como nuevas formas de expresión. Éste puede convertirse en un año durante el cual tenderéis a mantener conversaciones muy serias con todas aquellas personas que significan algo para vosotros. Al final de este ciclo, cualquier trabajo constructivo que hayáis podido realizar con respecto a vuestra habilidad para comunicaros dará sus frutos, ya que conseguiréis entablar nuevas relaciones, una mayor comprensión y, quizás, unas nuevas pautas de pensamiento.
A un nivel más mundano, cuando Saturno transita Mercurio, puede tener lugar algún cambio en la percepción sensorial. Dado que Mercurio rige los cinco sentidos no resulta de extrañar que, durante este tránsito, muchas personas se quejen de problemas oculares o del oído, así como de una pérdida de gusto o de olfato. Somos nosotros quienes debemos decidir si aceptar o no un diagnóstico médico durante este período o si pensar que el problema se solucionará por sí mismo cuando Saturno haya abandonado su posición. Si hacia el final de este tránsito nos diagnostican un problema en la vista, puede resultar interesante seguir esta teoría y observar si los síntomas desaparecen una vez finalizado este tránsito. Uno de mis alumnos tuvo que ponerse gafas durante este tránsito y al final del ciclo se dio cuenta de que ya no las necesitaba.
La conjunción es el tránsito más importante porque hace que seamos capaces de asumir nuevos planteamientos con una mejor predisposición. En estos momentos, Saturno provoca el desarrollo de un nuevo planteamiento con respecto a la comunicación. Muchas de las nuevas pautas que aprendamos durante este período surgirán de nuestra propia inspiración.
La cuadratura tiende a acelerar nuestro proceso de evolución a causa de las fricciones. Todos aquellos que ocupan un cargo de autoridad, así como las personas que significan algo para nosotros no aceptarán una pobreza de vocabulario, una inmadura expresión del pensamiento o una falta de claridad en nuestra forma de pensar.
La tendencia de la oposición es la de provocar alguna pérdida, puesto que si no habéis aprendido nada durante este ciclo, seguramente acabaréis por perder algo. La mayoría de estas pérdidas estarán relacionadas con el prestigio, pero también podéis encontraros con la terrible sensación de perder el habla y de no tener palabras que decir. Necesitaremos nuevos enfoques en lo que a la comunicación se refiere, de manera que los cambios puedan tener lugar. A un nivel más espiritual, este período puede invitar al silencio, a una necesidad de comunicarnos de una forma menos verbal.

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