Los ahijados simbolizan nuestro niño interior, que debe ser guiado, amado y comprendido.
Por ello, soñar con un ahijado significa que algunos aspectos de nuestra personalidad han quedado bloqueados en la infancia en forma de mandatos negativos, de ideas equivocadas sobre nosotros mismos, creándonos dificultades en el presente.
Si el sueño es placentero y si en él la relación con el ahijado es buena, quiere decir que sabemos cuidarnos y atender nuestras necesidades emocionales, muchas veces olvidadas.
Si la relación es mala, es posible que nos mostremos afectivamente distantes para evitar sufrimientos, quedándonos, de esta manera, siempre faltos de afecto.
Por ello, soñar con un ahijado significa que algunos aspectos de nuestra personalidad han quedado bloqueados en la infancia en forma de mandatos negativos, de ideas equivocadas sobre nosotros mismos, creándonos dificultades en el presente.
Si el sueño es placentero y si en él la relación con el ahijado es buena, quiere decir que sabemos cuidarnos y atender nuestras necesidades emocionales, muchas veces olvidadas.
Si la relación es mala, es posible que nos mostremos afectivamente distantes para evitar sufrimientos, quedándonos, de esta manera, siempre faltos de afecto.