Los canapés invitan a descansar, pero también pueden convertirse en una incitación a la pereza.
Si estamos tumbados en un canapé, eso indica pasividad por nuestra parte, falta de iniciativa y de ambición. Nos gusta la vida fácil y no estamos dispuestos a hacer esfuerzos.
En caso de que nos presentemos ante una autoridad que estuviera recostada en un canapé, quiere decir que corremos el peligro de mostrarnos serviles y ganarnos con ello el desprecio de nuestros compañeros de trabajo, por lo tanto tengamos cuidado con nuestra actitud ante los otros.
Si estamos tumbados en un canapé, eso indica pasividad por nuestra parte, falta de iniciativa y de ambición. Nos gusta la vida fácil y no estamos dispuestos a hacer esfuerzos.
En caso de que nos presentemos ante una autoridad que estuviera recostada en un canapé, quiere decir que corremos el peligro de mostrarnos serviles y ganarnos con ello el desprecio de nuestros compañeros de trabajo, por lo tanto tengamos cuidado con nuestra actitud ante los otros.