Los cristales son, dentro del mundo mineral, piedras de una gran pureza.
El ordenamiento preciso de sus moléculas les confiere una gran belleza y ha hecho que, tradicionalmente, se les hubieran adjudicado propiedades mágicas.
Los cristales que se posean en el sueño indican que gozamos de grandes virtudes y que nos espera una etapa de gran lucidez en la que podremos encauzar positivamente nuestra vida.
Si el cristal es facetado y nos vemos reflejados en una de sus caras, quiere decir que nos cuesta mucho comprender algunas de nuestras acciones, que a menudo obramos por impulsos, como empujados por una fuerza interior.
Véase FACETADO.
El ordenamiento preciso de sus moléculas les confiere una gran belleza y ha hecho que, tradicionalmente, se les hubieran adjudicado propiedades mágicas.
Los cristales que se posean en el sueño indican que gozamos de grandes virtudes y que nos espera una etapa de gran lucidez en la que podremos encauzar positivamente nuestra vida.
Si el cristal es facetado y nos vemos reflejados en una de sus caras, quiere decir que nos cuesta mucho comprender algunas de nuestras acciones, que a menudo obramos por impulsos, como empujados por una fuerza interior.
Véase FACETADO.