Simboliza los períodos de reflexión, de repliegue sobre nosotros mismos.
Estas etapas de introversión no tienen por qué estar ligadas a momentos difíciles; a veces se producen como medio para propiciar la evolución espiritual.
Si nos refugiamos en una hondonada para escapar de unos enemigos que nos persiguen, el lugar será símbolo del retorno a la familia, del reencuentro con personas que, en otros momentos de nuestra vida, nos han resultado positivas.
Estas etapas de introversión no tienen por qué estar ligadas a momentos difíciles; a veces se producen como medio para propiciar la evolución espiritual.
Si nos refugiamos en una hondonada para escapar de unos enemigos que nos persiguen, el lugar será símbolo del retorno a la familia, del reencuentro con personas que, en otros momentos de nuestra vida, nos han resultado positivas.