Cuando a través del sueño se viaja a otros lugares, se produce una suerte de liberación del estrés de la vida cotidiana. A menudo estos viajes surgen de la necesidad psíquica de apartarnos del ajetreo diario o del afán de buscar nuevas experiencias y sensaciones.
Cuando se presenta un viaje en los sueños y éste es placentero, la energía psíquica se restaura y eso hace que nos sintamos mejor, que recuperemos las fuerzas para seguir luchando.
Cuando se presenta un viaje en los sueños y éste es placentero, la energía psíquica se restaura y eso hace que nos sintamos mejor, que recuperemos las fuerzas para seguir luchando.