La casa, el hogar, es el refugio último, el lugar donde nos mostramos tal y como somos, sin necesidad de preocuparnos por nuestra imagen ni por lo que otros puedan pensar de nosotros.
Hay un dicho popular que dice que es el reflejo del alma porque este entorno lo construimos casi con absoluta libertad. Por todo ello, nos representa a nosotros mismos.
Si la casa que vemos en el sueño no es la nuestra, su construcción, decoración y estado significarán la forma en que somos percibidos por los demás.
Si está sucia, por ejemplo, quiere decir que no solemos prestar demasiada atención al aseo personal.
Una casa sencilla dará cuenta de nuestra humildad, en tanto que una ostentosa, será índice de delirios de grandeza o de vanidad.
En caso de que la vivienda del sueño fuera nuestra, representaría la forma en que nos vemos a nosotros mismos.
Es importante analizar todo elemento de la casa que nos llame la atención: si tiene grandes ventanales, por ejemplo, será conveniente buscar el simbolismo de la palabra ventana para añadir otra clave importante a la interpretación.
También es necesario observar el tamaño de la vivienda ya que cuanto mayor sea, más integrados estaremos en el mundo que nos rodea.
Las casas muy pobres, construidas con materiales no adecuados como son las chabolas, señalan el descuido que mostramos hacia nosotros mismos.
Los chalés con jardín indican nuestra necesidad de contacto con la naturaleza.
Hay un dicho popular que dice que es el reflejo del alma porque este entorno lo construimos casi con absoluta libertad. Por todo ello, nos representa a nosotros mismos.
Si la casa que vemos en el sueño no es la nuestra, su construcción, decoración y estado significarán la forma en que somos percibidos por los demás.
Si está sucia, por ejemplo, quiere decir que no solemos prestar demasiada atención al aseo personal.
Una casa sencilla dará cuenta de nuestra humildad, en tanto que una ostentosa, será índice de delirios de grandeza o de vanidad.
En caso de que la vivienda del sueño fuera nuestra, representaría la forma en que nos vemos a nosotros mismos.
Es importante analizar todo elemento de la casa que nos llame la atención: si tiene grandes ventanales, por ejemplo, será conveniente buscar el simbolismo de la palabra ventana para añadir otra clave importante a la interpretación.
También es necesario observar el tamaño de la vivienda ya que cuanto mayor sea, más integrados estaremos en el mundo que nos rodea.
Las casas muy pobres, construidas con materiales no adecuados como son las chabolas, señalan el descuido que mostramos hacia nosotros mismos.
Los chalés con jardín indican nuestra necesidad de contacto con la naturaleza.