Las vías del tren o de un tranvía obligan al vehículo a seguir un trayecto previamente determinado, por eso simbolizan los límites que tenemos en nuestras actividades cotidianas e incluso en la vida diaria (normas, leyes, jefes, etc.)
Si viajamos en tren y prestamos atención a las vías, quiere decir que en el lugar de trabajo no podemos dar rienda suelta a nuestra iniciativa, que nos vemos presionados por un superior que nos obliga a hacer las tareas de una forma menos eficiente de la que nos gustaría y para la que estamos preparados.
Estar de pie sobre una vía significa que tenemos un juicio crítico sobre la autoridad, que tenemos la suficiente confianza en nosotros mismos como para comprender que cualquiera puede cometer errores y que los jefes no siempre llevan la razón.
Si nos vemos atrapados en una vía en el momento en que se acerca un tren, quiere decir que hemos dejado que una situación se nos fuera de las manos y ahora debemos pagar las consecuencias.
Si viajamos en tren y prestamos atención a las vías, quiere decir que en el lugar de trabajo no podemos dar rienda suelta a nuestra iniciativa, que nos vemos presionados por un superior que nos obliga a hacer las tareas de una forma menos eficiente de la que nos gustaría y para la que estamos preparados.
Estar de pie sobre una vía significa que tenemos un juicio crítico sobre la autoridad, que tenemos la suficiente confianza en nosotros mismos como para comprender que cualquiera puede cometer errores y que los jefes no siempre llevan la razón.
Si nos vemos atrapados en una vía en el momento en que se acerca un tren, quiere decir que hemos dejado que una situación se nos fuera de las manos y ahora debemos pagar las consecuencias.